La toma de conciencia en un proceso de Coaching I

El primer paso que debe abordar un entrenador para aumentar su rendimiento, es la toma de conciencia.

En muchas ocasiones los entrenadores quieren mejorar o intuyen que un cambio les vendría bien; pero a veces puede ocurrir que no saben qué es lo que falla o qué quieren mejorar.

El coach en esta fase ayuda al entrenador con diversas herramientas a que tome conciencia de todos los factores que pueden estar influyendo decisivamente en sus resultados. Es muy importante hacer una foto de todos los niveles que van a influir decisivamente en el rendimiento del entrenador.

A continuación se propone un breve modelo de toma de conciencia en coaching. (Dilts, 2004).

Nivel 1: el ambiente o entorno.

Hablamos del lugar en el que el entrenador desarrolla su trabajo. Es el entorno donde el sistema (la organización) y sus miembros se relacionan e interactúan.

Los factores ambientales determinan el contexto y las limitaciones del funcionamiento del equipo. Un entorno agradable puede ayudar a estar cerca del éxito. Por el contrario, un entorno hostil puede influir negativamente en el trabajo del entrenador, descentrar al equipo y crear bloqueos en los siguientes niveles.

El entrenador deberá analizar en su entorno qué le hace descentrarse, qué le molesta o qué le gustaría cambiar. El entorno incluye las personas: jugadores, equipo técnico, directiva, prensa, empleados del club; el lugar de entrenamiento: instalaciones, clima, ruidos, contaminación; las conductas de los demás, es decir, todo lo externo al entrenador.

Por tanto, el entrenador tiene que identificar los factores del ambiente que determinan por un lado las oportunidades de mejora, y por otro, deberá analizar las limitaciones externas a las que tiene que reaccionar para que él y su equipo puedan trabajar de forma armónica.

En este nivel hay que considerar dónde y cuándo sucede el éxito.

Nivel 2: el comportamiento o conducta.

Son los actos concretos que realiza el entrenador y su equipo, es decir, qué hace el entrenador y su club dentro del entorno. Estos comportamientos son la respuesta al ambiente. Las respuestas inadecuadas o ineficaces al entorno van a traer consecuencias negativas e influirán también en niveles superiores.

En ocasiones los entrenadores tienen una conducta incorrecta con sus jugadores, cuerpo técnico, directiva, medios de comunicación… producida por los nervios, la presión, la toma de decisiones rápidas.

Un ejercicio interesante para el entrenador podría ser: analizar sus rutinas de trabajo diarias, sus hábitos y detectar cuáles son las conductas que no le hacen conseguir sus metas y que quiere cambiar: cómo habla con las personas, cómo controla su tiempo, cómo trabaja, cómo aprende, cómo cuida de su salud, cómo controla el estrés, cómo son sus relaciones (de pareja, familiares y sociales), cómo respira, qué conductas anormales tiene…

Los factores de comportamiento implican qué es lo que hay que hacer específicamente para conseguir los objetivos propuestos. La toma de conciencia en un proceso de Coaching I

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