Hay algo muy importante a la hora de conseguir tus resultados y es tenerlos muy claros. En la vida y en el deporte ocurre muy a menudo que tienes una idea de lo que quieres, te estableces ciertos objetivos, pero no tienes claro realmente lo que quieres.

Los deportistas dicen: “quiero ser feliz” o “quiero tener éxitos deportivos”, pero no concretan, no lo tienen meridianamente claro lo que quieren conseguir. Cuando un deportista decide lo que quiere y tiene energía para ir a por ello, se forma la “tormenta perfecta” para conseguirlo. Cuanto más definas lo que quieres conseguir y los pasos que vas a aplicar, más cerca estarás de conseguir tus resultados.

Cuando vas a una competición y tienes claro lo que quieres conseguir tus posibilidades de éxito aumentan. Hace poco un jugador me comentó sus metas: quería asentarse en su equipo profesional y jugar todos los partidos posibles a un gran nivel. Curiosamente lo ha conseguido. No ha sido fácil, ha tenido sus dificultades, pero no ha tirado la toalla, ni se ha rendido en ningún momento. No pares de preguntarte: “¿Qué resultado quiero conseguir?

Cuando se tiene claro el objetivo, el siguiente paso es ponerse en acción. De nada sirve pensarlo si luego no te pones en marcha. Se dice que una persona tiene el 51% de su objetivo cumplido cuando se pone en marcha, cuando se lanza a por ello dando su 100%. ¿Cómo hacerlo? Poniendo los 5 sentidos y yendo a por ello con todas tus ganas. Poniendo el foco en lo que quieres, en el siguiente paso que vas a dar y estando atento de las oportunidades que pasen delante de ti. Ponle pasión a lo que quieres y comprométete contigo mismo para hacer todo lo que tienes que hacer para obtenerlo.

Pero para ello, como decíamos antes hay que tener claro el siguiente paso y probar si vas por el camino correcto. El ensayo-error es la mejor técnica para conocer si vas por el camino correcto. Si cada paso te acerca a tus resultados vas por el camino correcto. Si no es así, es sencillo, cambia el rumbo o la estrategia para seguir comprobando si te acercas o te alejas de tus resultados. Como decía Albert Einstein, “la mayor locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”. Y por supuesto no abandones nunca. No sabes lo cerca o lejos que estás de tus resultados si abandonas. Si lo haces estás fuera del juego. Si no abandonas, podrás conseguir tus resultados.

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