Cuando un ser querido nos deja, siempre decimos que deja un legado a los que quedan en vida. Y esto precisamente, dejar un legado, creo que es una de las misiones más importantes en nuestra existencia.

Es evidente que en algún momento nos iremos de este mundo. Por lo tanto, debemos aprovechar el tiempo limitado que poseemos para vivir el presente de forma significativa con nuestros seres queridos y dedicándonos a lo que mejor se nos da y más nos gusta.

El día a día puede hacerte perder el rumbo, con las obligaciones, el trabajo diario, pero siempre hay que dedicar tiempo a lo realmente importante.

Cuando una persona tiene unos valores humanos positivos, es atenta, ayudar al prójimo y tiene gestos de amor con los que tiene a su alrededor deja un recuerdo positivo y significativo en las otras personas. Y esto es dejar un legado.

Parece que tenemos que descubrir algo importante para la humanidad, inventar un gran objeto o ser una estrella influyente del deporte para dejar un gran legado, pero no es necesario.

Tanto en tu día a día personal como en el ámbito deportivo, vamos a dejar un legado con nuestras palabras de apoyo y ánimo en los momentos difíciles, cuando eres capaz de ser luz en medio de una discusión ayudando a las partes a encontrar puntos en común, cuando trasmites cada día las ganas de vivir y la positividad para enfrentarte a cualquier situación, cuando tienes un momento para escuchar al que tienes al lado y le das la mejor de tus sonrisas, cuando tienes un gesto de gratuidad y otra persona lo vive junto a ti.

Cualquier gesto o acción puede quedar grabada en la memoria de las personas. Por tanto, cuida cada gesto y cada detalle porque es importante.

A nivel personal, la pérdida más grande que he tenido ha sido la de mi padre. Pero gracias a dios, la he vivido con mucha serenidad y paz interior, recordando lo afortunado que he sido durante tantos años pudiendo haber disfrutado de él y haber vivido tantas gratas experiencias.

En el mundo del deporte ocurre lo mismo. En muchas ocasiones nos ciega el resultado, ganar, pero lo realmente importante son las vivencias y aprendizajes que obtienes y sobre todo las personas con quien compartes todo ese tiempo. Gracias a todo lo anterior ahora soy quien soy y tengo los valores que tengo.

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