En muchas ocasiones no sigues tu propio camino. Puede que no confíes realmente en ti, o tengas miedo a dar el siguiente paso, o te angustie pensar que puedes fallar o que puede ser un error, o simplemente vives en tu zona de confort estando muy cómodo en lo de siempre sin ver nuevas oportunidades de crecer y aprender.
Cuando ocurre esto, puede que te vaya bien por un tiempo, pero al final la vida nos invita a dar el siguiente paso. Tienes la elección de darlo o quedarte donde estás, pero ambas decisiones tienen sus consecuencias.
En este punto lo realmente importante es ver desde dónde se toma la decisión. Es decir, puedes tomar la decisión desde el miedo, desde el ego o puedes tomar la decisión desde el amor y confiar en esa intuición o eso que te dice el corazón que es tu propio camino, el verdadero camino, el camino más auténtico en ese momento presente.
Si decides dar el salto y seguir tu propio camino vas a necesitar valentía, claridad a la hora de decidir y confiar en que lo que estás haciendo es lo mejor para ti en ese momento. Cuanto más grande sea tu objetivo o tu meta, más difícil será dar el paso y saltar a la acción. Pero también la recompensa será mayor.
Para ayudarte en estos momentos de dudas, te recomiendo realizar el siguiente ejercicio: Primero haz varios relatos de quién soy y de las diferentes opciones que tengo. Es decir, escribir o pensar qué pasaría si viviese o tomase determinado camino en mi vida u otro diferente. Después de hacer esto detectar qué relato es el que me apasiona, el que me toca el corazón y actuar desde ahí. Actuar desde el corazón y la intuición. Si tienes alguna duda, puedes “preguntar a la vida” qué es lo que quiere de ti en esos momentos y estar muy atento a los mensajes que te envía.
Cuando actúas con coraje, valentía, desde el amor y la paz interior, no te vas a confundir nunca. La dificultad radica en alcanzar el estado emocional correcto para poder elegir y decidir tu propio camino sin que se interponga el miedo, la duda o las creencias limitantes.
Te invito a que sueltes, confíes, actúes en grande, compartas tus talentos con los demás, te diviertas y des lo mejor de ti. Estoy seguro que tu propio camino lo tienes delante. Lo único que tienes que hacer es despejarlo para verlo e ir a por él.

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