LA IMPORTANCIA DE LOS VALORES EN EL DEPORTE

 

Desde siempre se habla de la importancia que tiene el deporte para la transmisión de valores positivos, pero no siempre es así y en ocasiones ocurre todo lo contrario. Todo dependerá de la persona y no tanto del propio deporte ya que por ejemplo, el fútbol puede utilizarse para fomentar el trabajo en equipo o para engañar al árbitro.

 

Los pioneros en el estudio de los valores los definieron como criterios que las personas utilizan para seleccionar y justificar sus conductas, así como para evaluar a las personas y situaciones.

 

Parece ser entonces que yo evalúo a las personas, lo que me ocurre y mis conductas en función de los valores que tengo. Si por ejemplo solo pienso en mí, es posible que se me escapen ciertas conductas egoístas que determinarán la aceptación o no de ciertos jugadores de mi equipo.

 

Esto conllevará futuros problemas y mal funcionamiento del grupo. Sin embargo, si el valor generosidad forma parte de quien soy, cuando evalúe ciertas acciones, apostaré por el bien del grupo, cosa que afectará positivamente al funcionamiento del equipo.

 

Rokeach definió valor como: “una creencia duradera donde un modo de conducta o un estado último de existencia es personal y socialmente preferible a un opuesto modo de conducta o estado final de existencia”.

 

Para este autor es fundamental todo lo que se haga alrededor de las personas ya que influirá en el proceso de formación y relación del equipo.

 

Por ello, es importante aplicar un sistema de valores positivo para que el equipo se desarrolle de forma armónica.

 

Los grandes entrenadores tienen integrados estos valores en su persona y los transmiten a su equipo diferenciándose de los demás marcando el estilo de su equipo, la forma de ver el juego e interpretarlo.

 

Por tanto, los valores son algo que se encuentra unido a la existencia humana, afectando a su conducta, configurando y formando sus ideas, así como condicionando los sentimientos y actuaciones de las personas.

 

QUÉ VALORES DEBE TRANSMITIR UN ENTRENADOR A SU EQUIPO.

 

¿Cuáles son esos valores tan importantes que un entrenador debería transmitir a su equipo?

 

A continuación  enumeramos una serie de valores que se pueden desarrollar y tomar como base para el crecimiento del equipo:

– Trabajo: Cuando un entrenador y su equipo trabajan duro y cuidando todos los detalles.

– Justicia: Entendida la “justicia” como buscar el bien común y la armonía entre todos los integrantes del equipo.

– Autocontrol: En la competición  y en la vida hay momentos en los que perdemos los papeles. Cuando mantenemos nuestras emociones bajo control y somos disciplinados con nosotros mismos vemos la realidad desde otro prisma.

– Entusiasmo: Cuando disfrutas verdaderamente como entrenador, lo contagias inmediatamente a todos los que tienes alrededor (jugadores, cuerpo técnico, directiva).

– Liderazgo: Todo equipo necesita un referente, alguien que les oriente. Y en un equipo, el entrenador tiene que ser el líder que guía al equipo hacia las metas propuestas.

– Cooperación: Escucha si quieres ser escuchado. Encuentra la mejor manera para que el equipo funcione; no tu manera.

– Humildad: Significa ser accesible, no valorarte por lo que tienes o representas, sino por lo que eres como persona. Simplemente ser uno mismo.

– Comunicación: El entrenado  tiene que transmitir a su equipo todo lo que ve, escucha y siente de una forma clara y sencilla. Para ello, es necesario hablar a los jugadores desde el corazón. Si eres un observador constante y te mantienes receptivo e imparcial, podrás comunicar de forma efectiva.

– Valentía: Es tener la habilidad de tomar decisiones acertadas en el menor tiempo posible y pensar por uno mismo. Cuando el entrenador no teme al fracaso y aprende de él, la iniciativa se convierte en un hábito.

– Adaptabilidad: Cada día planificamos el entrenamiento o partido que vamos a hacer, queremos tener todo bajo control. Pero el deporte y la vida es cambiante. Y el que se amolda a estos cambios y acepta lo que viene poniendo soluciones, es el que al final vence.

– Motivación: Un entrenador debe ayudar al deportista y al equipo a guiar sus fuerzas internas para que se esfuerce en conseguir el objetivo que satisfaga sus necesidades. Para ello, es necesario proponer metas individuales a los jugadores y establecer metas de equipo. A partir de este punto sería interesante elaborar un plan de acción para conseguir dichas metas.

– Espíritu de equipo: Es la disposición a sacrificar los intereses individuales por el bien del equipo. Cuando hay espíritu de equipo la suma de 1 + 1 es igual a 3.

– Confianza: Primero en uno mismo. Después, desde la autoconfianza puedes despertar la confianza en los demás. De esta forma se genera seguridad y complicidad con el equipo.

– Grandeza competitiva: Significa disfrutar del camino, del desafío. Dar lo mejor de uno mismo en todo momento.

 

Estos valores crearán una identidad de equipo significativa que nos guiará a lo largo del camino, y que junto a los conocimientos del entrenador y el lugar correcto de trabajo, hará que todos remen hacia el mismo lugar, que en los momentos difíciles se mire hacia delante y que estamos más cerca de obtener los resultados deseados.

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