Me preguntaba un alumno japonés en una clase qué era más importante: hacerlo bien o hacerlo con pasión. En ese momento me salió sin pensar: Hazlo con pasión. Me hizo reflexionar y pensé en mí cuando era niño y en mis hijas.

¿Por qué elegí esa contestación y no otra? Simplemente por mis propias vivencias. Os voy a poner varios ejemplos. Algunos del día a día y otros deportivos.

Imagina que estoy aprendiendo a tocar el piano. Voy a clase, me ponen de tarea ensayar una partitura y empiezo a ponerme nervioso porque no me sale bien. Me preocupo demasiado por el resultado, no disfruto el momento, me frustro y todo esto hace que pierda mucha energía, y lo peor, probablemente con el tiempo me acabaré “quemando”. Si en esta misma situación, en vez de centrarme en hacerlo perfecto, me relajo, simplemente lo hago por diversión, por placer, y aunque no me salga muy bien me divierto, estoy seguro que hará que cada vez me guste más tocar el piano y que con el tiempo sea cada vez mejor.

En el deporte ocurre algo parecido. Cuando aprendes un deporte, tanto los adultos (entrenadores, padres, etc.) como los propios niños están demasiado preocupados en hacerlo perfecto. En el verano, una de mis hijas se apuntó a unas clases de surf en la playa. Los padres grabábamos sus “primeros pinitos” con la tabla. Había un padre que no paraba de darle indicaciones a su hijo y que incluso se enfadaba cuando se caía o a su criterio lo hacía mal. Afortunadamente otros padres disfrutaron de la experiencia viendo como su hijo se caía, aprendía y experimentaba con el mar y las olas.

Parece una tontería, pero las primeras experiencias que tienen los niños y niñas cuando aprenden un deporte son vitales para que les guste, sientan pasión y se les dé bien. Si la primera vez que cojo una raqueta, monto en bicicleta o me tiro a una piscina recibo un feedback negativo o se centran demasiado en darme instrucciones para hacerlo “perfecto” es muy probable que pierda el interés y pruebe con otro deporte.

Y me atrevería a decir que, en deporte profesional, aunque prime el resultado, sigue siendo fundamental el disfrutar de cada entrenamiento, el trabajar con pasión, el esforzarse para conseguir tus objetivos. Todo lo anterior hará que cada vez lo hagas mejor y que consigas tus metas. Por eso te digo: Hazlo con pasión y verás cómo lo haces mejor.

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