Siempre que se habla de cómo alcanzar el alto rendimiento se genera un debate sobre lo que es bueno o no para un deportista o de lo que es correcto o no. Pero lo que hay que encontrar es el punto óptimo. Creo que no hay una receta única para alcanzar el rendimiento. Sin embargo, el trabajo y la coherencia es lo único innegociable.

A partir de ahí, dependiendo del deportista o equipo que tengas, dependiendo de las capacidades o competencias, dependiendo de su motivación y dependiendo del tipo de liderazgo que ejerza el entrenador podemos ir equilibrando acciones y comportamientos.

Normalmente cuando un entrenador me habla de qué es lo ideal para su equipo, yo le pregunto:

¿Qué es mejor para el equipo, dar libre y que descanse o seguir entrenando? Pues seguramente no haya una respuesta correcta. En función del momento de la temporada, de lo responsables que sean los jugadores y dependiendo del calendario deportivo se hará una cosa u otra. Habrá que encontrar el punto óptimo.

¿Qué es mejor para un jugador que piense constantemente en las cosas que tiene que hacer y ser muy responsable o tener algún entretenimiento que le haga desconectar y evadirse de la presión constante? Pues nuevamente no hay una respuesta correcta. Habrá jugadores que necesitan estar enfocados constantemente y otros que necesiten cambiar de entornos y estímulos para poder rendir mejor. Nuevamente el punto óptimo lo tiene que encontrar el jugador y el entrenador.

En el tema de la alimentación, ¿qué es lo ideal u óptimo para cada uno de los deportistas? En primer lugar, tener una dieta sana y equilibrada e hidratarse correctamente. Pero aquí también existen los matices. Lo que a un deportista le va muy bien, a otro le puede no ayudar tanto.

Incluso a nivel mental, dentro de la competición pueden existir diferencias. Por ejemplo, ¿cuál es el nivel de activación óptimo para un deportista tanto profesional como amateur para rendir al máximo? Pues dependerá de cada jugador el nivel en el cual obtienen su máximo rendimiento. Habrá deportistas que necesitan activarse en porcentajes muy altos estando muy activos y otros que necesiten estar principalmente relajados y tranquilos a la hora de afrontar la competición. Nuevamente el punto óptimo lo tiene que encontrar el deportista con la ayuda de su entrenador y el resto del cuerpo técnico.

Lo realmente importante es individualizar cada caso y buscar ese punto ideal donde el deportista da lo mejor de sí y su mejor versión.

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