Ser diferente

 

El otro día tuve la fortuna de ver un video del exjugador de baloncesto Manu Ginóbili. El exitoso jugador de baloncesto hablaba de que es clave “ser diferente”. Ser diferente no significa hacer lo que te da la gana o únicamente lo que tú piensas. Ser diferente tiene más que ver con tomar consciencia de tus virtudes, pulir tus defectos y sustentarlo todo en tus valores de vida.

El campeón olímpico con la selección Argentina y de la NBA con San Antonio Spurs comentaba que de niño no era una superestrella. Esto hizo que tuviese que trabajar con una gran pasión en lo que más le gustaba: el baloncesto. En ese trabajo introdujo, además de los entrenamientos con su equipo, un trabajo complementario de gimnasio, una nutricionista, un análisis exhaustivo de sus partidos en video y un trabajo mental donde se incluía la motivación.

El entusiasmo y la alegría era lo que caracterizaba su trabajo y el baloncesto. Y al ser diferente hizo algo que antes no era tan habitual: se fue a estudiar a una universidad de Estados Unidos y a jugar al baloncesto. Después de destacar en Argentina, hizo otra cosa poco corriente: irse a jugar a la segunda división de la liga italiana de baloncesto. Ascendió con el equipo y fue fichado por un equipo de primer nivel donde ganó también liga y Euroliga. Y de ahí saltó a la NBA.

Todo un camino de éxitos, pero forjados por hacer cosas diferentes, por pensar y ser distinto. A nivel mental Ginóbili comenta que querer siempre mejorar y haberse puesto objetivos retadores fue una de las claves de su éxito.

Los éxitos le ayudaron a tener una confianza mayor en él y en sus posibilidades. Y esto hizo que la presión disminuyera y le llegase la tranquilidad para superar las dificultades y los momentos de máxima tensión.

Finalmente se preguntaba Manu por qué le ocurrió todo eso a él. Y su respuesta fue:

  • Porque me puse objetivos.
  • Porque entendí lo que pasaba a mi alrededor y me adaptaba a ello.
  • Porque supe relegar el lucimiento personal al beneficio del equipo.
  • Porque disfruté mucho jugando al baloncesto con mis compañeros.
  • Porque comprendí y entendí cuáles eran mis limitaciones.

Pero lo más interesante es como acaba el vídeo: Se pregunta cómo va a hacer ahora que se le ha acabado el baloncesto, a qué se va a dedicar, si va a volver a sentir algo parecido a lo que sintió cuando fue campeón olímpico o cuando ganó el séptimo partido y definitivo a los Detroit Pistons en la NBA, cómo va a sobresalir o destacar en lo próximo a lo que se dedique, … Y su respuesta es: ¿Realmente me interesa?