Qué es lo que gano

 

Desde hace tiempo siempre que me ocurre algo, tanto positivo como negativo, me pregunto: ¿Qué es lo que gano con esto, con este resultado, con esta situación, con esta decisión? Es algo que me enseñó una gran coach y amiga.

Antes no era capaz de ver en todas las situaciones de la vida el lado positivo y menos sacar algo bueno de algo negativo. La verdad es que preguntarse qué es lo que gano, hace que abras tu mapa mental y cambies tu perspectiva.

En los momentos actuales, donde las personas están confinadas en casa a causa del Covid-19, es complicado en algunos de los casos preguntarse qué es lo que gano cuando hay muchas personas que han fallecido, han perdido a seres queridos o se han quedado sin sus puestos de trabajo. Pero probablemente esta pregunta puede hacer que la persona empiece a enfocarse en lo que le queda, en su salud, en su familia, en sus amigos, en su crecimiento.

No sabemos qué es lo que nos va a deparar el futuro ya que la situación que estamos viviendo es especial y muy novedosa. Estamos amenazados por un virus que mata, que nos priva de nuestra libertad y que ha hecho que nuestro hábitos y rutinas hayan cambiado drásticamente.

Por tanto, es normal que esta amenaza real desencadene en todos nosotros un torrente de emociones y sentimientos.

Imaginemos a todos los deportistas y atletas olímpicos que de un día a otro han pasado de preparar sus competiciones semanales con entrenamientos diarios a tener que quedarse en casa. O los deportistas olímpicos, que después de llevar tres años y medio preparando las olimpiadas de Tokio 2020 han visto como se aplazaban para el año que viene y hasta hace unas semanas no sabían si se iban a celebrar o no dichas Olimpiadas.

Todo lo anterior, no siendo de extrema gravedad, genera en los deportistas preocupación y hace que como decíamos antes se empiecen a centrar en todo lo negativo y preguntarse lo que han perdido o se van a perder. Sus motivaciones hacia sus objetivos bajan porque las competiciones se han suspendido o prorrogado.

Pero aquí de nuevo es clave la gestión emocional y la creación de hábitos positivos. Si un deportista sigue entrenando física, técnica y mentalmente, si conserva y crea hábitos positivos y si se hace resiliente, saldrá de esta situación más fuerte de lo que estaba y habrá aprovechado el confinamiento para crecer personal y deportivamente. Es cierto que se pueden perder cosas, pero seguro que también ganaremos otras.