Cada año las personas lo inician con nuevos propósitos. Y esto está muy bien pero una cosa es proponerlo y otra bien distinta es llevarlo a la práctica.

Por ello, os voy a dar algunas claves interesantes para que los nuevos propósitos no solo se plasmen en un papel, sino también se lleven a cabo.

El mayor problema de marcarse nuevos propósitos es que la gente quiere pasar de cero a cien en un día. Es habitual en estas fechas que las personas se apunten al gimnasio, a clases de idiomas, a algún curso, o incluso se propongan alimentarse de forma más saludable. Lo que sucede en muchos de los casos es que inician el primer día o la primera semana y luego por unas razones o por otras lo vayan dejando hasta volver al punto inicial, pero con más frustración.

En el deporte profesional ocurre lo mismo. El deportista detecta que hay algo a nivel físico, mental, nutricional o técnico-táctico que puede o debe mejorar y muchos lo inician pero pocos lo continúan o lo consiguen

Por tanto, para que no suceda lo anterior es conveniente que te sientes y escribas tus propósitos. Es recomendable que sean pocos (dos o tres, y si se van realizando aumentar el número), que estén formulados de manera positiva, es decir, en vez de escribir “que no coma mal”, escribir “que tenga una dieta sana y equilibrada”. Además es clave dar pasos muy pequeños e ir poco a poco. Es más, en ocasiones es recomendable el anotarte lo que quieres mejorar y estar unas semanas sin hacer nada, únicamente saber que en breve te vas a poner a ello y que cuando comiences lo hagas hasta el final.

Otra recomendación clave, una vez que lo has escrito y lo tienes claro y pasadas estas semanas que te das antes de comenzar, es ponerte en marcha. Pasar a la acción de manera progresiva te irá dando confianza y te animará a ver los progresos que vas consiguiendo.

Por último, y aunque el resultado es importante, no hay que obsesionarse con él. El resultado es un feedback de cómo van las cosas, pero no hay que “venirse arriba” cuando llegan dichos resultados, ni hundirse cuando no  se consiguen.  Si logras “soltar” el resultado y simplemente centrarte en trabajar y dar el máximo, seguro que los resultados llegarán.

Resumiendo. Para marcarse y conseguir nuevos propósitos es importante: escribirlos y tenerlos claro, ponerte en acción y dar el máximo sin obsesionarse con los resultados. Os animo a que lo hagáis.