Líder y entrenador

 

No hay nada más bonito y más gratificante en el mundo del deporte que trabajar en equipo. Y el líder y entrenador del equipo tiene mucho que decir aquí.

 

En la actualidad, tristemente el individualismo incluso se premia. Pero no contar con los demás, ni cuidar las relaciones puede tener consecuencias muy negativas, tanto personales como laborales.

 

Afortunadamente esta tendencia individualista está girando y cada vez más, en las empresas y en el mundo del deporte son conscientes que, para alcanzar un alto rendimiento es necesario trabajar como un equipo. Por ello, se invierte tiempo y dinero en la formación y en la implementación de programas para alcanzar esta productividad y se cuida el aspecto relacional dentro de los equipos de trabajo para obtener el máximo rendimiento.

 

En el deporte, tanto el trabajo en equipo como la forma de liderazgo hace que, además de conseguir grandes resultados, se cree un clima de trabajo ideal donde todos los integrantes aportan, se sienten partícipes y disfrutan del proceso.

 

Voy a poner el ejemplo de un gran líder y entrenador de baloncesto, donde el trabajo cooperativo y el espíritu de equipo fueron fundamentales en sus éxitos

 

Phil Jackson destacó en la NBA, la liga profesional de baloncesto más prestigiosa del mundo. Como jugador, Phil consiguió dos campeonatos de la NBA con los New York Knicks, y como entrenador tiene el récord absoluto con 11 títulos conseguidos en los 20 años que entrenó (6 con los Chicago Bulls y 5 con Los Ángeles Lakers).

 

El éxito de Phil Jackson no radicó en sus títulos, sino en el camino y la forma en que los consiguió, donde el trabajo en equipo fue sin duda la clave. Phil en su libro “Canastas Sagradas” dice que en cada equipo al que entrenaba tenía como objetivo dar a todo el mundo un papel vital, aunque no pudiese dar a cada jugador el mismo tiempo de juego. Sabía que para ganar un campeonato era fundamental que todos y cada uno de los miembros del equipo estuviesen al 100% y aportasen su granito de arena a la causa para generar ese espíritu de equipo que haría crecer al equipo y sacar lo mejor de cada uno en los momentos complicados.

 

Además, subrayaba que, para generar el espíritu de equipo, hay que hacerles comprender a los jugadores que el éxito individual está directamente relacionado con la actuación del equipo. Se dice que: “Si al equipo le va bien, a mí me va bien”. Un jugador le dijo un día a Jackson: “La mayoría de los equipos tienen jugadores que quieren ganar, pero no están dispuestos a hacer lo necesario. Lo necesario es darte a ti mismo al equipo hasta el final y desempeñar su tarea. Puede que esto no siempre te haga feliz, pero has de hacerlo. Porque cuando lo haces, entonces es cuando ganas”.