En la saga cinematográfica de Star Wars, o La Guerra de las Galaxias, como se conoce en España, se habla de “la Fuerza”, un campo de energía que posee un “Lado oscuro” provocado por la ira, el miedo y el odio. El fundador de la escuela de psicología analítica, el suizo Carl Jung, habla también de este “lado oscuro” que tiene nuestra personalidad. Jung lo denomina “la sombra”.

 

El concepto de “la sombra” se refiere a la personalidad oculta que tiene toda persona. Todas las personas tienen una “imagen pública”, todo aquello que creen ser o quieren aparentar delante de los demás para que los vean como alguien bueno. Pero tienen otra parte más interna, todo aquello que quieren que los otros no vean, las cosas que esconden a los demás y a ellos mismos. Como dice Debbie Ford: “esta sombra oculta dimensiones reprimidas o cosas que se les han dicho en su infancia que eran inaceptables o que no eran propias de una persona”.

 

La sombra surge en la infancia. Cuando eras un niño no sabías filtrar lo que te decían tus padres o personas significativas. A veces te avergonzabas al mostrar ciertas cualidades o te decían tus cuidadores que eras malo o había algo malo detrás de ti. Estos mensajes quedaron grabados en tu mente como un “virus de ordenador” distorsionando la percepción sobre ti mismo y dañando tu personalidad. Al reprimir estas cualidades de la infancia, te niegas a ti mismo lo que realmente eres. Te voy a poner un ejemplo: imagina que en tu casa no está bien visto que muestres sus sentimientos y seas sensible ante determinadas circunstancias. Si de niño, te dicen que eso está mal, cada vez que sientas ternura por algo o por alguien, vas a sentir vergüenza o vas a pensar que hay algo malo en sentirte así. Por tanto, a lo que tenderás es a reprimir dicho sentimiento de ternura y lo ocultaras en tu “lado oscuro”.

 

Tiene por tanto mucha importancia la familia y el entorno que has tenido desde niño. Todos conocemos casos de familias que se oponían a que su hijo o hija fuese deportista profesional porque les parecía muy difícil, una pérdida de tiempo o algo impropio de una persona culta y bien formada. O casos de entrenadores que dejan su prestigiosa profesión, bajo la negativa de todo su entorno, para dedicarse a lo que más les gusta: el deporte.

 

Estos deportistas o entrenadores tratarán de demostrar a su entorno que no son unos perdedores, que lo van a conseguir. Además, buscarán la aceptación de las personas más cercanas, incluso haciendo las cosas por su familia y no por ellos mismos. Esto provoca, en muchas ocasiones, que aparezca la frustración, el miedo, y otras muchas cosas que se ocultan en la sombra.

 

Cada vez que en el deporte alguien hace trampas, vende a su equipo o compañeros, hace algo ilegal, se comporta de manera irresponsable con su familia o con su equipo, bebe demasiado alcohol en sus días libres, se droga, engaña a su pareja, o se salta la alimentación sana para comer compulsivamente, lo esconde en su “lado oscuro”, en su sombra, y tratan de fingir que no son eso. También trata de esconder todo aquello que odia: ser un perdedor, sentir miedo, ya que su “ego” piensa que es vital ocultarlo para poder sobrevivir. Esconde todo lo que cree que es inaceptable sobre él mismo (todo aquello que aprendió en su infancia) y construye una “falsa identidad”, una máscara en la que se esconde de todos sus defectos para mostrar que no es tan inferior, que es muy valioso, muy “cool” o muy “guay”.

 

Esto se agrava cuando eres un deportista joven, muy popular y con mucho dinero. Las personas piensan que se pasa muy mal cuando eres joven y no tienes nada. Pero, por mi experiencia, creo que es aún peor ser joven, tenerlo todo y no tener la “cabeza amueblada” para asimilarlo.

 

Muchos deportistas profesionales han tenido una vida “por todo lo alto”: mucho dinero, fiestas, coches deportivos, viajes en aviones privados, fama. Lo anterior no es malo en sí mismo. Lo malo es creer que eres únicamente eso y no trabajarte interiormente. Lo malo es esconderse bajo una máscara (Lado oscuro) y no saber realmente quién eres. Si una persona no cuida y trabaja su interior seguro que tendrá problemas.