Gestión emocional en el deporte

 

La gestión emocional en el deporte es lo que diferencia a los deportistas top del resto. Es evidente que para destacar o ser un deportista profesional tienes que tener mucho talento, tienes que trabajar sin descanso y, además, destacar en la técnica y en el físico.

Pero una de las claves es la gestión emocional en la competición. En muchas ocasiones hay deportistas muy buenos que ante un reto o ante una competición importante bajan su rendimiento y hace que no alcancen los resultados esperados (se suele hablar de “jugadores de entrenamiento”). Sin embargo, hay otro tipo de deportistas que ante las dificultades o las competiciones importantes se crecen y es ahí donde alcanzan su máximo rendimiento (se habla de “jugadores de competición”).

Para tener una gestión emocional en el deporte adecuada hay que afrontar correctamente el miedo. El miedo no es más que la anticipación de algo futuro. Cuando vives el presente no es posible que exista el miedo. Y la única manera de liberarse del miedo es actuando, es decir, ponerse en acción a pesar del miedo en el presente.

Por tanto, en ocasiones el deportista tendrá miedo, pero lo importante es cómo gestionar ese miedo. A veces no se puede elegir lo que pasa en el campo o lo que se siente en la competición, pero sí se puede elegir cómo vas a reaccionar antes esa situación.

Uno de los pilares del alto rendimiento deportivo tiene que ver con el desarrollo de la inteligencia emocional, que va a permitir transformar la energía de la emoción en una fuerza a favor del deportista, en vez de ser una losa o una carga para él. Cuando el deportista no hace caso a sus emociones o las niega, lo único que consigue es disminuir su rendimiento.

Para que el deportista gestione mejor sus emociones es importante que:

  • Sea consciente de lo que está sintiendo tanto físicamente en su cuerpo, como mentalmente en su cabeza. Es decir, saber lo que está pasando.
  • Permitirse sentir lo que está sintiendo en ese momento sin juzgar ni reaccionar negativamente ante la situación.
  • Si tu emoción tiene que ver con una persona o una situación, relaja la relación respecto a esa persona o situación, hasta que poco a poco se va disociando totalmente hasta que asumes la responsabilidad de esa energía emocional.
  • Es importante sentir la energía de la emoción, prestarla atención, y permitirla que fluya mientras respiras. Si prestas atención a la energía verás como poco a poco, igual que vino, se irá.
  • La esencia de este proceso es la aceptación de la emoción y el permiso para liberarla, de esta forma se libera la tensión y resistencia que la envuelve.

De esta manera podrá gestionar tus emociones en el deporte para alcanzar mayor rendimiento y mayor control de las situaciones.