Cursos de formación deportiva

 

Si tuviese que recomendar a alguien qué hacer con un dinero ahorrado o si tuviese que invertirlo en algo, le recomendaría sin duda que lo hiciese en formación. En mi caso, y en mi entorno, en cursos de formación deportiva o simplemente en formación personal o profesional.

Es habitual que alumnos de último curso de la universidad tengan dudas de qué hacer al terminar la carrera, si buscar trabajo, seguir formándose o compaginar ambas. En otras ocasiones los profesionales detectan o se dan cuenta de que con una formación especializada podrían mejorar sus competencias y así sus posibilidades de encontrar un trabajo mejor. Y también hay casos donde simplemente se tiene una inquietud o una necesidad de seguir creciendo y para ello la formación es una de las herramientas más eficaces que conozco.

Cuando te inscribes en un curso, ya sea deportivo o de otra índole además tienes unos beneficios extra:

  • En primer lugar sales de tu zona de confort y amplías tus conocimientos y miras.
  • En segundo lugar te formas y conoces otros puntos de vista, tanto de profesores como de compañeros.
  • En tercer lugar, y no menos importante, conoces a compañeros y haces contactos que en muchas ocasiones te pueden facilitar una oportunidad profesional.

Tengo la fortuna de haber estado en infinidad de cursos, tanto de alumno como de profesor, y puedo decir que es una de las cosas que más me gusta de mi profesión: poder compartir conocimientos y divertirme con otras personas que piensan o no como tú.

Pero si tuviese que elegir entre ser formador o ser formado elijo la segunda. Desde mi punto de vista no hay nada mejor que poder aprender. La experiencia de conocer cosas nuevas hace que tu mente se mantenga activa, renovada y más abierta a las circunstancias de la vida.

Cuando era pequeño no me gustaba ir al colegio, pero afortunadamente mis gustos y preferencias cambiaron y creo que estaré toda mi vida formando y siendo formado. Además de ser profesor en la universidad, ponente y conferenciante, tengo el privilegio de dirigir un postgrado universitario que ayuda a las personas a crecer tanto personal como profesionalmente y esto es algo tan gratificante que no se paga con dinero.

Sin duda, si alguien me pidiese en qué invertir un dinero le diría que además de viajar, que es otra forma de aprender, conocer lugares y personas y seguir creciendo, le diría que se formase.