Beneficios del deporte

 

Por regla general, cuando se habla de los beneficios del deporte las personas se suelen centrar en sus beneficios físicos (mejora la salud y capacidades físicas), beneficios mentales (mejoras emocionales y de mentalidad) e incluso se habla del beneficio a nivel social o relacional (hacer amigos e interaccionar con los demás). Pero en pocas ocasiones las personas hablan del gran beneficio que puede suscitar el deporte a nivel holístico en la persona.

 

El deporte es una actividad integral que no se puede dividir o separar y que desarrolla a la persona en múltiples dimensiones (desde lo más material como puede ser lo físico, hasta lo más espiritual como puede ser las vivencias interiores, o experiencias de vida que se pueden aprender o desarrollar).

 

Cuando hablamos de “espiritual”, mucha gente lo puede confundir con algo “religioso”, y aunque lo religioso tiene que ver con lo espiritual, este último concepto abarca mucho más. Las experiencias que viven un atleta, un corredor, un escalador, un deportista de equipo en determinados momentos, pueden denominarse como “experiencias cumbre” o “experiencias espirituales”. Como dicen Francesc Torralba e Ismael Santos en su libro: “el deporte puede ser un camino extraordinariamente útil para activar la inteligencia espiritual (…) no es el único modo, evidentemente, pero sí un canal más que permite al ser humano trascender, salir de sí mismo, liberarse del ego, sentirse integrado en un Todo, vivir experiencias cumbre que activan, como consecuencia, su vida emocional y su bienestar interior”.

 

El otro día me decía un jugador profesional de fútbol que lleva muchos años jugando al máximo nivel, que a él personalmente lo que más le llenaba del fútbol no era las grandes cantidades de dinero, ni la fama o popularidad, ni los títulos. Me confesaba que lo más importante, lo que más le llenaba eran todas las experiencias que le había brindado el fútbol para poder aprender y mejorar, las personas que había conocido a lo largo de todos estos años y el poder aplicar su “vida en el fútbol” a su “vida diaria” con su familia y amigos. Es decir, trascender el fútbol que se ve en la televisión y poder transmitir dichos valores a su entorno más cercano y a sus hijos.

 

La gente piensa que los deportistas profesionales son personas que se mueven por lo material, y aunque es posible que existan, también los hay que se mueven por otras cosas más profundas que en realidad son las que te dan la felicidad.