Cuando me preguntan sobre las claves del éxito siempre me viene a la cabeza una frase de un gran maestro: Trabaja y verás.

¿Qué significa este trabaja y verás? Que la clave está en tu trabajo. Es lo único que puedes controlar y lo único que depende de ti al 100%.

Normalmente la gente quiere una fórmula mágica para el éxito. O se centra únicamente en el resultado y en ganar que son dos cosas importantes, pero no dependen de ti al 100% ni lo puedes controlar. Quieren triunfar en poco tiempo y saltarse etapas. Y aunque es posible que jóvenes deportistas lleguen a ser profesionales muy pronto y tengan una carrera larga y triunfal, son los menos. Es decir, la mayoría van a tener que ir quemando etapas y sobre todo trabajar, trabajar y trabajar.

Es indudable que lo primero es tener cierto talento y grandes cualidades físicas, técnicas, tácticas y mentales. Pero lo que va a marcar la diferencia es el trabajo. Sin trabajo puedes tener fortuna y llegar a la élite, pero si te quieres mantener la receta es el trabajo. Trabaja y verás como la fortuna te sonríe.

Una de las principales razones de las crisis o las bajadas de rendimiento de los deportistas profesionales está asociada al trabajo. El deportista cuando toca el éxito o algo de gloria tiende a relajarse inconscientemente. Si además tiene a su alrededor un entorno que le halaga en exceso, tiene una caída asegurada ya que lo que le ha hecho llegar donde está son sus cualidades unidas a su trabajo. En cuanto deja de trabajar, su rendimiento baja y no le alcanza con sus cualidades. Llegados a este punto el jugador entra en crisis y no entiende lo que le pasa. La explicación y la solución está en el trabajo. En volver a su esencia, a lo que hacía antes y dejar de pensar en cosas que le distraen y le hacen perder el foco.

Es muy fácil distraerse, ya que rápidamente los aficionados, la prensa, y el entorno van a recordar al deportista lo bueno que es y los logros que está consiguiendo. Pero en cuanto falle, en cuanto el resultado no sea el esperado, esas personas que le encumbraban van a ser las mismas que critiquen ferozmente al deportista. Este tiene que entender que la opinión de los demás no puede afectar ni al estado de ánimo ni a sus emociones.

Trabaja y verás como el propio deporte te recompensará.