Si hay una cosa que se valora en la vida y en el deporte, tanto amateur como profesional, es ser auténtico.

Qué es esto de ser auténtico. Pues lo primero que se pide a una persona es que no sea una copia, que no sea una imitación. Normalmente, y sobre todo la gente más joven, establecen como modelos a deportistas e influencers y lo que hacen es copiar lo que hacen, dicen, sus hábitos. El problema está cuando los modelos que copian los más jóvenes no son positivos o se quedan con lo más fácil o superficial de ellos. Por ejemplo, una persona joven observa la ropa que viste un deportista, sus zapatillas y el coche que tiene y el niño o la niña se centra en lo material y en lo que este influencer posee, en vez de en la dedicación, el trabajo y el esfuerzo que ha aplicado el deportista para llegar a obtener esos recursos materiales y ese éxito deportivo.

Por tanto, lo primero que hay que enseñar a los jóvenes y no tan jóvenes es a tomar consciencia de lo que eligen, de cuáles son los valores y principios fundamentales que les van a dar una verdadera felicidad y no en lo que te “venden” las grandes marcas y la sociedad en general.

Una vez que se ha tomado consciencia, cada persona tiene que elegir qué es lo que quiere hacer con su vida y que acciones va a realizar. Para ello, es fundamental ser coherente. Esta coherencia debe ser entre lo que uno es, piensa, siente, vive y expresa. Cuando alguien dice y hace lo que dice, es congruente, gana en autenticidad. Las personas quieren estar y compartir su vida con gente auténtica.

También es fundamental ser uno mismo cuando te relacionas con los demás. No puedes tener una opinión con un grupo de personas y otra opinión distinta en otro entorno diferente. Tienes que vivir sin máscaras, tienes que quitarte el miedo al qué dirán y el miedo al juicio externo. Cada persona puede opinar o pensar de manera diferente y mi opinión no tiene que ser igual a la de los demás. Mientras haya respeto y empatía, la diversidad de opiniones puede llegar a enriquecernos.

Y, por último, ser auténtico implica un buen conocimiento de uno mismo. Si te conoces a ti mismo, vas a ser capaz de estar trabajado interiormente y te ayudará a ser coherente tanto en tu vida personal como en tu vida deportiva.