Esta semana “colgó la raqueta” una leyenda del deporte. Roger Federer se retiró a los 41 años en la Laver Cup de Londres. Siempre que se retira un gran deportista miras atrás y ves su trayectoria, sus logros, sus equivocaciones, su crecimiento. Pero Roger Federer nos deja algo más que todo lo anterior.

Nos deja un legado único que transciende sus títulos (20 Grand Slam, 1.526 partidos de los cuales ganó 1251, 103 trofeos, 310 semanas como número uno del mundo de las cuales 237 fueron de forma consecutiva). Lo que nos deja es la evolución de una persona-jugador que comenzó siendo un joven que perdía los nervios con facilidad rompiendo raquetas cada vez que no le salían las cosas bien, a ser un ejemplo dentro y fuera de la pista y un modelo de cómo se tiene que entender la competición y el respeto al deporte y a los rivales.

Roger no es solo admirado en el mundo del tenis, sino que entusiasma al público fuera del propio deporte y los resultados. Podría haber protagonizado una guerra de declaraciones, malos gestos antideportivos y enemistad con sus máximos rivales creyendo que así sacaría más partido y lo que ha hecho durante todos estos años es ser un crack dentro y fuera de la pista. Que tu máximo rival (Rafa Nadal) sea uno de tus mejores amigos del circuito, indica la nobleza de ambos y lo gratificante que es ver como dos de los deportistas más grandes de la historia en vez de “malentender” qué es ser un ganador lo que hacen es respetarse y hablar bien del rival “de todo corazón” y luego en la pista dar el máximo por vencerle demostrando que cada día son mejores. Esto sí que es ser un competidor nato, esto sí que es ser un ganador. Ganador dentro y fuera de la cancha.

No es más grande el que gana. El más grande es el que gana de una “forma determinada”, el que gana haciendo honor a los valores del deporte, el que gana divirtiéndose y compitiendo al máximo, el que no olvida que antes que todos los títulos del mundo están las personas. Roger Federer antes de retirarse dijo: “De todos los regalos que me ha dado el tenis, me quedo con la gente que he conocido. He sufrido lesiones en estos últimos años y mi cuerpo me ha dado un mensaje claro de que no puedo seguir. Es una decisión muy dura y echaré mucho de menos este deporte, pero celebro que he dado todo lo que he tenido y el tenis me ha dado mucho más de lo que yo le he dado”.

¡Gracias por todo Roger y que te vaya muy bien en la vida!