Mentalidad de campeón

 

Mentalidad de campeón. Muchas veces me preguntan qué es lo que hace falta para tener éxito. Cuando me lo preguntan lo primero que viene a mi cabeza es: Tener mentalidad de campeón.

Es una respuesta simplista ya que es evidente que no solamente con una mentalidad ganadora vas a llegar o a conseguir lo que te propongas. Se necesitan muchas cosas más.

En el caso del deporte, en primer lugar, se necesita tener “ciertas dosis de talento”. Es decir, se me tiene que dar bien el deporte que practico. Esto no significa que tengas que ser un superdotado del deporte. Hay muchos deportistas que no han sido los mejores de sus equipos cuando eran jóvenes y luego han acabado siendo grandes estrellas. Manu Ginóbili es un ejemplo de esto que comentamos. Ginóbili de pequeño no destacaba demasiado, pero gracias a su pasión y trabajo llegó a ser campeón olímpico con Argentina y campeón de la NBA con San Antonio Spurs.

Y en segundo lugar, lo ya sabido: buena técnica, conocer el juego (buena táctica y estrategia) y ser físicamente completo (fuerza, resistencia, velocidad, …).

Pero volvamos al concepto: “tener mentalidad de campeón”. ¿Qué significa exactamente?

Muchos se creen que mentalidad de campeón, es decir: “vamos que yo puedo”. Es mucho más que la simple motivación, que también es necesaria.

Tener mentalidad ganadora tiene que ver con la fortaleza mental, con saber enfrentarse a las dificultades y adversidades que el deporte y la vida nos presenta.

Tener mentalidad de campeón tiene que ver con saber gestionar emocionalmente las situaciones que se nos presentan.

Tener mentalidad ganadora tiene que ver con saber competir y aplicar esos recursos emocionales a esas situaciones de máxima exigencia y dificultad.

En cada acción un deportista se enfrenta a una situación que requiere una respuesta. Estas respuestas vienen determinadas por los pensamientos (positivos o negativos) que tiene dicho jugador. Además, la respuesta viene determinada por lo que siente el jugador (por las emociones que le produce al jugador la situación).

Y en el deporte y en la vida, toda situación a la que se le da una respuesta tiene una consecuencia. En el caso del deporte se puede tener acierto o error, éxito o fracaso, eficacia o ineficacia.

Pero hay un factor en este punto muy importante: la interpretación que da el jugador a la situación, a la respuesta y a la consecuencia. Por ejemplo, si un entrenador me corrige, me lo puedo tomar como una ofensa o que se están metiendo conmigo (esto hará que mi pensamiento sea negativo y me sienta mal) o que gracias a la corrección del entrenador voy a mejorar y convertirme en un gran jugador (esto hará que mi pensamiento sea pensamiento positivo y me sienta bien).

Es decir, que mi percepción va a hacer que sienta confianza o inseguridad en las siguientes acciones, actuaciones o retos en mi vida. Y esto es realmente tener una mentalidad de campeón.

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