Los beneficios de la meditación

 

Los beneficios de la meditación están más que comprobados pero cuando algún deportista o entrenador escucha que vamos a trabajar esta herramienta se asusta un poco y piensa que vamos a irnos al Himalaya a meditar con unos monjes tibetanos. Y, aunque los monjes y otras religiones practican a diario y tienen integrada la meditación en su religiosidad, todas las personas podemos utilizar dicha herramienta para lidiar con el estrés diario o como una simple técnica de relajación.

 

Puede que se hayan puesto de moda técnicas como la meditación o el yoga, pero de lo que nadie duda es de sus beneficios a nivel físico y mental. Estas herramientas nos aportan equilibrio emocional, control sobre el diálogo interior, paz mental, desarrollo de los recursos internos para afrontar los desafíos diarios, bienestar físico e incluso mayor conocimiento sobre uno mismo. Yo puedo afirmar que desde que realizo estas prácticas me encuentro mejor físicamente y más despejado mentalmente.

 

Para ello, al igual que con cualquier otro hábito u otra herramienta, es necesario practicar regularmente. Practica a diario y verás los progresos que podrás conseguir.

 

Vivimos acelerados, nuestra mente está ocupada absorbiendo infinidad de estímulos externos y no para de pensar en cosas del pasado, del futuro y vagando de un pensamiento a otro. La meditación lo que hace es “pedirnos un tiempo muerto” para que en vez de concentrarnos en el exterior, como hacemos habitualmente, nos  centremos en nuestro interior. Necesitamos esos momentos para recordar quiénes somos, qué cosas son realmente importantes para nosotros. Momentos para “escuchar el silencio” y sentir armonía y paz interior. De esta forma podemos escuchar, no el parloteo de nuestra mente cuando estamos nerviosos o críticos, sino nuestra verdadera voz interior, la que nos ayuda de verdad. Esta verdadera voz interior aparece cuando estamos tranquilos y en paz con nosotros mismos.

 

A través de la meditación y otras técnicas nos alimentamos física, mental y emocionalmente. Incluso, en ocasiones, podemos, además de relajarnos y sentirnos en paz, descubrir nuevas formas de actuar. Gracias a estas técnicas podemos llegar incluso a encontrar la inspiración.

 

Puedes meditar a cualquier hora del día, aunque los momentos recomendables para practicar esta herramienta son al levantarse, por la mañana, o al irse a dormir.

 

Existen infinidad de modalidades o técnicas de meditación. Yo te invito a que investigues y pruebes. Verás los resultados tan extraordinarios que puedes conseguir con la meditación.