La vida es cambio

 

 

Seguro que has vivido cambios a lo largo de tu vida, algunos elegidos y otros no: cambios de equipo, de compañeros, de ciudad, de país, de pareja, de amigos, rupturas de relaciones y pérdidas de seres queridos… La vida es cambio. Esos cambios son la crónica de tu vida personal y deportiva, pero a veces cuesta saber cómo y cuándo has conseguido cambiar para adaptarte a ellos. Ninguna adaptación puede ser definitiva, la montaña se erosiona, el río fluye, los cuerpos envejecen, tu forma de ver el mundo cambia y tus comportamientos evolucionan. Todos estos diminutos cambios se producen de forma continua sin que muchas veces seas consciente; a veces te sorprende la noche, a pesar de que la puesta de sol ya lo había anunciado.

 

Podrías pensar que si lo anticiparas e imaginaras, en lugar de temerlo o resistirte, conseguirías orientar mejor el sentido que quieres dar a tu evolución personal y deportiva, y te convertirías más en el director de ella. Este es el enfoque que te proponemos, que en lugar de sentirte como una hoja en el viento que está a merced de fuerzas ajenas, te sientas como el vendaval que genera las circunstancias que tú necesitas para guiar tu carrera tal y como desees.

 

Todo sistema vivo, individual o colectivo, se rige por dos fuerzas fundamentales: una que va hacia la evolución y otra que tiende hacia la estabilidad. Para entenderlo queremos que imagines un equilibrista, que realiza acciones para avanzar por la cuerda floja (evolución) mientras trata de mantener el equilibrio (estabilidad).

 

Como decíamos, la vida es cambio y para ello, se antoja fundamental la evolución y la adaptación. Es necesario que aprendas a proyectar el futuro que deseas e invertir la energía en los cambios que necesitas generar, movilizar tus recursos para alcanzar los objetivos que te propongas y evolucionar hacia la persona o el deportista que potencialmente eres.

 

Te proponemos para esta evolución y adaptación al cambio y el siguiente camino que está basado en las fases de un proceso de coaching:

 

  • Tomar conciencia de aspectos que quieras mejorar, personal o deportivamente.
  • Querer comprometerte con tu propio proceso de cambio y aprendizaje.
  • Saber hacer y tener los recursos necesarios para alcanzar tus objetivos.
  • Hacer, hacer y hacer; que “más vale un gramo de acción que un kilo de intención”.

 

Como decía Heráclito: “Todo fluye… Nunca nos bañamos dos veces en el mismo río. Si volviésemos a él, no sólo ya no es el mismo, sino que el agua que fluía no hace mucho ya estará lejos: ahora, por tanto, percibimos un nuevo río, otra agua”.

 

La vida es cambio y tú también.

 

(Por Santiago Scheele y Diego Gutiérrez del libro Consigue tu imposible)