Se suele decir que la salud es lo primero. Puede que sea un tópico, pero es más cierto de lo que parece.

Puedes tener muchos recursos materiales, económicos; puedes tener un buen trabajo, puedes tener una gran formación e incluso experiencia laboral. Pero si te falta la salud o la pierdes ni podrás disfrutar de lo anterior, ni te valdrá de mucho.

Curiosamente solo nos acordamos de lo afortunados que somos cuando caemos enfermos o tenemos un problema de salud personal o cercano a ti.

El Día Mundial de la Salud se celebra desde el año 1948 cada 7 de abril para reconocer a la salud como un derecho básico y universal. También para fomentar el acceso a la atención sanitaria de calidad en todas las regiones del mundo, especialmente en la población de escasos recursos.

Las personas que viven en el “Primer Mundo” no son conscientes de la fortuna que tienen al poder disfrutar de la atención sanitaria cuando lo necesitan. Hay millones de personas en el Planeta Tierra que no tienen la misma suerte. E incluso hay países como en España que disfrutamos de una atención sanitaria pública gratuita. Gracias a este sistema cualquier ciudadano puede ser ingresado o intervenido quirúrgicamente para resolver sus problemas de salud.

Pero quería también resaltar la salud mental. Es algo que se suele tener olvidado u oculto. Desde mi humilde punto de vista creo que como lo mental es menos tangible que lo físico se guarda, se evita, se niega o incluso no se es consciente de ello.

Es cierto que cada vez se trata con más naturalidad y se comparte que trabajas con un entrenador mental, que vas al psicólogo, los niños al neuropsicólogo, o incluso al psiquiatra. Al igual que cuando te rompes una pierna vas al traumatólogo y luego trabajas con un fisioterapeuta y un readaptador deportivo, en el plano mental deberíamos tener el mismo pensamiento.

Por tanto, la salud es lo primero. Pero no únicamente la salud física, sino también la salud mental. Cuando una persona es saludable física y mentalmente su bienestar es muy grande.

Y en el mundo del deporte ocurre lo mismo. Si un deportista no tiene salud, no va a poder entrenar, competir ni rendir al 100 % de sus posibilidades. Todas las personas tienen claro que si estás físicamente mal no conseguirás alto rendimiento. Pero no todo el mundo es consciente de la importancia que tiene estar con salud mental y trabajar la mente para obtener dicho rendimiento deportivo. Por tanto, recuerda que la salud es lo primero.

Te recomiendo tres acciones para mantenerte sano:

  • Cuida tu mente igual que tu cuerpo.
  • Practica la meditación, la relajación la visualización.
  • Descansa y estate en contacto con la naturaleza.