La amistad en el deporte es algo que en ocasiones no se le suelen dar prioridad, pero es más importante de lo que puede parecer.

Ya sea en deporte infantil o juvenil o en deporte profesional, cuando además de practicar tu deporte, eres capaz de integrarte con tus compañeros, disfrutando de momentos y experiencias juntos, vas a ser capaz de conseguir mayor rendimiento si incluyes en la ecuación a tus compañeros.

Por un lado, está más que demostrado que las personas trabajan mejor y rinden más cuando el clima de trabajo y la cooperación son positivos. Como decía en el ganador de 11 anillos de la NBA, Phil Jackson: “Aprendí que la manera más efectiva para forjar un equipo ganador es apelando a la necesidad de los jugadores de conectar con algo más grande que ellos mismos. Crear un equipo exitoso es esencialmente un acto espiritual. Esto requiere que los individuos vinculados renuncien a sus intereses personales por un bien mayor y así el conjunto sume más que la suma de sus partes”. Y Jackson añadió: “No son las brillantes actuaciones individuales las que construyen grandes equipos, sino la energía que se libera cuando los jugadores dejan a un lado su ego y trabajen juntos hacia un objetivo común. Buenos equipos acaban siendo grandes equipos cuando confían los unos en los otros lo suficiente para renunciar al “yo” por el “nosotros”. El deporte opera con leyes mucho más profundas de lo que nosotros pensamos”.

Por tanto, un equipo puede lograr muchas más cosas si trabaja en equipo que trabajando de forma individual. Y para ello, la amistad en el deporte juega un papel fundamental. Es evidente que los niños pueden forjar esta amistad de una forma más natural que los deportistas profesionales, pero incluso los profesionales pueden generar amistades dentro de su propio equipo deportivo.

Si hay que trabajar en equipo, es vital que la amistad esté presente. Y cuando hablamos de amistad nos referimos a apreciar y valorar al que tienes al lado. No estamos hablando de que tengas que irte a cenar todos los fines de semana con tus compañeros y su familia y en verano irse de vacaciones juntos. Si se da el caso perfecto, pero de lo que estamos hablando es de hacer las cosas juntos y tener estima al que tienes a tu lado.

La amistad en el deporte es hacer las cosas no solo por ti, sino también por los demás, por todo tu equipo.

Por último, quiero decir, que cuando los deportistas profesionales dejan de jugar, de lo que más se acuerdan es de las vivencias y con quien las compartieron. Y cuando vuelven a encontrarse con viejos compañeros, esta amistad vuelve a florecer. Un gran jugador de fútbol español decía una vez en una entrevista que lo que más valoraba de haber sido profesional no era ni los títulos, ni el dinero que había ganado, sino las personas que había conocido y las amistades que había forjado.