La gesta increíble que ha logrado la selección española de baloncesto al proclamarse campeona de Europa en Tbilisi y Berlín estará en los anales de la historia y ha tenido un final feliz un domingo 18 de septiembre de 2022.

España ganó por cuarta vez en su historia el título europeo en una de las gestas más increíbles del deporte español, cuando muchos estaban más atentos del derbi madrileño entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid en el estadio Civitas Metropolitano.

Pero esta selección está hecha de otra pasta. Cuando nadie creía en ellos, cuando los propios entendidos pensaban que tras la marcha de los hermanos Gasol y las lesiones como la de Sergio Llull mermaban al equipo y era un torneo de “transición”, van y dan la campanada en un campeonato que fue de menos a más.

Muy contento y feliz me puse cuando en un momento de la semifinal contra Alemania (en su propia casa) había en pista tres jugadores con los que había trabajado. Verles jugar esos minutos, todos juntos me hizo recordar viejos tiempos y sentir satisfacción por haber compartido con ellos alegrías y decepciones que les han hecho ser quienes son y llegar a este punto.

Por regla general la gente solo piensa y se centra en el resultado. Si ganas eres muy bueno, si pierdes el equipo es muy malo. Algunas personas esperaban el tropiezo de España para “atizar” a la Federación, al entrenador Sergio Scariolo, al Presidente Jorge Garbajosa y a cualquiera que pasase por allí. Pero van a tener que esperar. Creían que sin las grandes estrellas no había ninguna posibilidad, pero no fue así.

Liderados por el coach Scariolo y el ya veterano capitán Rudy Fernández, se ganó la final a la favorita Francia por 88-76 con gran solvencia. Un equipo de jóvenes, muchos de ellos desconocidos para el público menos aficionado al baloncesto, con gran talento, trabajo y humildad consiguieron lo que antes esperábamos como algo “normal” o “casi obligatorio”: ser campeones de Europa. Y las victorias así sabes mucho mejor, ganar sin ser favorito, remando contracorriente y haciéndolo de una forma alegre y sin complejos.

El MVP Willy Hernangómez y su hermano Juancho, el capi Rudy Fernández, el recién nacionalizado Lorenzo Brown, mi querido Jaime Fernández, y los Garuba, Dario Brizuela, Alberto Díaz, Xabi López y Jaime Pradilla, etc. dieron todo en la cacha y consiguieron el objetivo. Pero lo más importante fue cómo lo consiguieron. Fue una gesta increíble.