Cuando hablamos de creatividad en el deporte, se suele relacionar con el deportista que realiza acciones fuera de lo común o con el entrenador que tiene ideas nuevas o conceptos tácticos únicos. Pero hay muchas más cosas en la creatividad en el deporte que a continuación veremos.

En primer lugar, podemos definir la creatividad como la capacidad de crear conceptos e ideas nuevas, así como la capacidad de crear nuevas asociaciones entre dichas ideas y conceptos ya conocidos, que suelen producir soluciones originales. Son sinónimo de creatividad el pensamiento divergente o creativo, el pensamiento original o la imaginación constructiva.

Cuando un deportista hace algo nuevo u original como lo que hizo Dick Fosbury en los Juegos Olímpicos de México 68 en el salto de altura aparece una solución original, aparece una idea nueva. Fosbury revolucionó el salto de altura para siempre y dejó atrás la vieja técnica de salto de rodillo ventral o tijera. Hizo un salto espectacular, que vino favorecido por la inclusión de la colchoneta para amortiguar el salto, ya que antiguamente había únicamente un foso de arena muy duro y peligroso para practicar este nuevo estilo.

Fosbury hizo un salto de 2,24 metros ganando el oro, batiendo el record olímpico y cambiando la historia del salto de altura para siempre. Se decía que un atleta que utilizase esta técnica podía mejorar en 40 centímetros su marca. Por tanto, eran todo ventajas: era un salto más estético y vistoso, se saltaba más de una forma sencilla y su aprendizaje era fácil.

Si hay algo que atrae a todo ser humano es el arte, ya sea una pintura, una escultura, una obra arquitectónica, la música o el propio deporte, son reflejo de una belleza interior. Y para ello se necesitan artistas. Una amiga me decía un día que el artista ve con claridad un objetivo creativo que resplandece para él, pero que no es visible para los demás. Y esto precisamente es lo que le ocurrió a Dick.

Cuando un deportista o un entrenador ven algo como lo anteriormente descrito en el salto de altura de Fosbury, por un lado, los que lo ven se dan cuenta de que está ocurriendo algo extraordinario y bello. Y, por otro lado, el deportista manifiesta algo que ya había visualizado anteriormente.

Dentro de cada persona, dentro de cada deportista o entrenador hay una “energía creativa” que quiere expresarse. Lo único que tenemos que hacer para que se manifieste la creatividad en el deporte es despejarle el camino.